Cirugía Dermatológica

La Dermatología actual es una especialidad Médico-Quirúrgica. Dentro de su ámbito, la Cirugía Dermatológica es la rama dedicada al tratamiento de patologías de la piel, de las mucosas y de los anejos cutáneos (cabello y uñas), que no pudiéndose solucionar con tratamientos médicos, requieren el empleo de técnicas quirúrgicas diversas.
El Médico Dermatólogo es por tanto el Cirujano de la patología cutánea. Él es el especialista que mejor conoce todos los aspectos clínicos e histológicos de aquellas lesiones cutáneas susceptibles de recibir tratamiento quirúrgico. Asimismo es el especialista que maneja habitualmente las distintas técnicas que, de una forma mínimamente invasiva, pueden eliminar la lesión y conservar la mayor cantidad de tejido sano para evitar en la medida de lo posible cicatrices innecesarias.
Las técnicas quirúrgicas utilizadas en la Cirugía Dermatológica son numerosas y diversas. Su elección estará en función de las características de la patología a tratar (benignidad/malignidad), de su localización, de su tamaño, así como de la necesidad o no de realizar un estudio anatomopatológico de la lesión a extirpar. Por lo tanto, el abanico de posibilidades puede ir desde la biopsia simple de piel, pasando por el tratamiento de lesiones benignas con Nitrógeno Líquido (Crioterapia), con Bisturí eléctrico (Electrocoagulación/Electrofulguración) o con Láseres Quirúrgicos (CO2, Erbio); o bien la Extirpación quirúrgica convencional con cierre directo de las lesiones si el defecto es pequeño o realizando movimiento de tejidos cercanos para poder cerrar defectos mayores (Colgajos cutáneos); cuando esto no es posible se recurre a los Injertos cutáneos obtenidos de piel de otras localizaciones del propio paciente.
El tratamiento debe ser individualizado y estudiado en cada caso ya que depende de numerosas variables.
La inmensa mayoría de las intervenciones de Cirugía Dermatológica son realizadas de manera ambulatoria, con anestesia local y no requieren ingreso ni estancia hospitalaria.