Los neuromoduladores han constituido más del 45% de todos los tratamientos inyectables, superando incluso al ácido hialurónico, y han sido, de manera constante y con una gran ventaja sobre los demás, los más solicitados desde el año 2002.
Las ventajas de los neuromoduladores, específicamente la toxina botulínica tipo A (TXB-A), son numerosas tanto en estética como en aplicaciones clínicas. Los neuromoduladores están indicados para tratar arrugas faciales, espasmos musculares, incontinencia urinaria, cefaleas, hipersudoración, bruxismo, sialorrea, dolor facial neuropático, distonías, mialgias masticatorias, y más. En 2002, la FDA aprobó la TXB-A, conocida comercialmente como Botox®, para el tratamiento de arrugas moderadas a severas en el entrecejo.
En los últimos 22 años, los laboratorios han lanzado diversas preparaciones de neuromoduladores. Con esto en mente, consultamos a especialistas sobre el papel hegemónico de los neuromoduladores en Medicina Estética.
¿Por qué los neuromoduladores son los tratamientos más demandados?
Los neuromoduladores son muy populares debido a su efectividad bien documentada tanto en estética como en aplicaciones clínicas. Además, un solo tratamiento con neuromoduladores proporciona resultados visibles y mejora la apariencia facial. Los neuromoduladores también tienen una función preventiva, siendo indicados para tratar incluso arrugas finas. Son especialmente efectivos en el tercio superior del rostro, ofreciendo un aspecto natural y discreto.
¿Cómo actúan los neuromoduladores cuando son inyectados?
Una vez inyectados, los neuromoduladores interfieren con la transmisión nerviosa y bloquean la liberación de acetilcolina, causando parálisis muscular. El efecto relajante de los neuromoduladores aparece entre dos y cinco días después, y culmina en 10 a 12 días. La relajación máxima se alcanza en cinco a seis semanas, y empieza a disminuir en dos a tres meses. El proceso completo con neuromoduladores se evalúa en seis meses: parálisis completa en los primeros dos meses, recuperación de movilidad en los siguientes dos, y reducción de arrugas en los últimos dos.
¿Qué factores influyen en la duración de los resultados de los neuromoduladores?
La duración de los resultados de los neuromoduladores depende de varios factores, incluyendo género, edad, genética, características de la piel, hábitos personales, consumo de tóxicos, exposición solar, nivel de hidratación y antecedentes personales. Factores como el tabaco, la exposición solar, la actividad física intensa y el estrés pueden reducir la eficacia de los neuromoduladores. Además, el uso frecuente de dispositivos móviles, que obliga a fruncir el entrecejo, puede acelerar el consumo de toxina debido a la contracción continua del músculo. No hay teorías comprobadas sobre esto, pero es lógico suponer que cualquier movimiento muscular reduce los resultados de los neuromoduladores. Otro factor es la respuesta inmunitaria del paciente, ya que los neuromoduladores están asociados a proteínas que pueden variar entre marcas, y cambiar de marca ocasionalmente puede renovar su efectividad.
¿Con qué frecuencia recomienda inyectar neuromoduladores?
Es importante esperar un mínimo de cuatro meses y asegurarse de que el efecto del tratamiento anterior con neuromoduladores haya desaparecido por completo. Al principio, dos veces al año es adecuado, y en algunos casos, incluso una vez al año puede ser suficiente, dependiendo de la fuerza muscular y la propensión a desarrollar arrugas. Complementar el tratamiento con un buen cuidado de la piel y protección solar es esencial.
¿Quién no puede inyectar neuromoduladores?
El procedimiento con neuromoduladores debe realizarse en un centro médico autorizado, con el equipo necesario, y administrado por médicos cualificados y experimentados. Además, el centro médico debe estar registrado en la Unidad de Farmacia de la Consejería de Sanidad correspondiente y contar con una farmacia de referencia. Es obligatorio llevar un registro de la entrada y salida de medicamentos y disponer de un espacio adecuado para su almacenamiento y conservación.