El incremento de la transpiración durante el verano tiene consecuencias en la piel, aunque no afecta a todas las personas de la misma manera. Entonces, ¿cómo influye el calor y la humedad en la piel grasa? ¿Y qué sucede si es seca? Estos factores promueven una mayor estimulación de las glándulas sebáceas, lo cual empeora el acné, los casos de eccemas y la seborrea en el cuero cabelludo de las personas con piel grasa. Sin embargo, este aumento en la producción de sebo «fortalece y favorece la hidratación de la piel seca». En este segundo caso, el sudor incrementa la irritación y la sensación de picazón, especialmente en las pieles sensibles.
Además de los cambios climáticos, los baños en playas y piscinas también afectan a las pieles secas. «El cloro puede dañar la piel sensible y, si hay rosácea, sus síntomas pueden empeorar con la exposición al sol».
Enfermedades de la piel que empeoran en verano:
Rosácea: Esta condición caracterizada por manchas y enrojecimiento de la piel puede empeorar sus síntomas debido al contacto con productos agresivos como el cloro. Por eso, se recomienda «ducharse después de nadar en piscinas y usar abundante crema hidratante».
Hongos: El aumento de las temperaturas favorece las infecciones fúngicas, como la pitiriasis versicolor, que se manifiesta con pequeñas manchas redondeadas en la espalda y el pecho, de color blanco y rosado, que suelen causar picazón.
Dermatitis seborreica: Puede agravarse en verano debido al calor y al exceso de sudoración en el caso de las pieles grasas.
Manchas solares: Los cambios en la pigmentación de la piel causados por la exposición al sol, como el melasma o los léntigos, pueden empeorar en verano debido a una mayor exposición a los rayos ultravioleta, la radiación infrarroja y la luz visible.
Dermatosis solares: Este grupo incluye enfermedades en las que el sol es un desencadenante o puede intensificar los síntomas, como la urticaria solar, el lupus, la erupción lumínica, la dermatitis fotoalérgica o la enfermedad de Darier.
Cáncer de piel: Es fundamental que las personas con antecedentes de cualquier tipo de cáncer de piel extremen las medidas de protección solar.
Consejos para cuidar la piel en verano
- Seguir una rutina diaria de tres pasos: limpiar, hidratar y aplicar protector solar.
- Evitar abusar de los exfoliantes durante estos meses.
- Hidratar la piel con más frecuencia si se realizan baños frecuentes en playas o piscinas.
- Evitar caminar descalzo en lugares públicos para prevenir infecciones como las verrugas plantares.
- Aumentar el consumo diario de agua, entre un litro y medio y dos, para evitar la deshidratación de la piel.
- Evitar la exposición al sol entre las 11:00 y las 16:00 horas en el caso de los adultos y proteger a los niños utilizando protectores físicos, gafas y gorras.