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¿Influye el tipo de dieta en la pérdida de peso?
Si ahora que llega el verano, lo que queremos es perder peso, debemos ceñirnos a un tipo de dieta que está muy de moda pero que si no se planifica de la manera adecuada, puede ser perjudicial para nuestra salud. Debemos plantearnos un tipo de dieta hipocalórica y tener en cuenta que la mejor manera de perder y controlar el peso es combinar la dieta y el ejercicio físico. Debemos no sólo perder grasa, sino que hay que mantener la masa muscular y evitar volver a coger peso cuando se recupere la dieta habitual.
¿Qué pautas generales podemos seguir para perder peso según el tipo de dieta?
- Debemos consumir una dieta hipocalórica. La dieta es un componente básico en la prevención y en el tratamiento de la obesidad y el sobrepeso.
- Hay que mantenerse activo ya que la actividad física, sea cual sea su intensidad, facilita el gasto energético y por tanto, ayuda a la dieta en la reducción de peso. Además contribuye a mantener la masa muscular, que suele verse disminuida cuando se realiza una dieta de tipo hipocalórica.
- Debemos modificar de forma definitiva los habitos alimentarios y de actividad física para garantizar el mantenimiento del peso que hayamos conseguido.
Cualquier intento de reducir peso requiere un esfuerzo y por tanto, interés, voluntad y motivación.
¿Por qué es importante que los tipos de dieta sean personalizados a cada paciente?
Es muy importante que las dietas estén individualizadas. Se deben tener en cuenta factores como el estado de salud, el peso que deseamos conseguir, hábitos alimentarios y estilo de vida de la persona a la que van destinadas. Debemos pautarnos siempre objetivos reales y fáciles de alcanzar, de acuerdo con las posibilidades de cada persona. Al principio, se debe ser poco ambicioso para que actúen como un refuerzo positivo. Es fundamental un buen asesoramiento dietético o en su defecto conocer muy bien el valor nutricional de los alimentos y las necesidades dietéticas. Todos estos factores garantizarán el éxito del tratamiento.
¿Puede haber tipos de dietas que sean saludables y que nos permitan perder peso?
Sin duda alguna, la respuesta es SÍ. Perder peso alimentándonos de forma equilibrada y saludable es posible. Sólo debemos encontrar dietas sanas y adecuadas a nuestro estado general de salud, sin olvidar que no debemos dejar de lado un ejercicio físico regular y constante, sin importar en exceso la intensidad del mismo. Proponemos a continuación cinco tipos de dieta que reúnen estos requisitos tan importantes para presumir de figura durante todo el año.
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Dieta Atkins
Este método plantea el objetivo de reeducar nuestra forma de alimentación, por lo que se considera una dieta a largo plazo. La plantea el médico estadounidense Robert Atkins y hoy en día sigue teniendo éxito. Los alimentos base en esta dieta son las fibras y proteínas, mientras que se reducen considerablemente los hidratos de carbono. La dieta está dividida en cuatro fases:
- Fase 1: tiene una duración máxima de dos semanas y es cuando se pierde peso de forma más acentuada. Se deben realizar cinco comidas al día y en todas ellas deben estar presentes las proteínas (lácteos, carne, pescado, marisco…) En esta fase sólo se consumen un máximo de 20 g. de hidratos de carbono y la bebida se ciñe a agua y té.
- Fase 2: aquí se aumenta la variedad de alimentos (se añaden frutos secos, queso y frutos rojos). También se aumenta la ingesta de hidratos de carbono a 25 gramos.
- Fase 3: En esta fase se suele haber perdido la mayoría de kilos planteados como objetivo, por lo que a partir de aquí se deben normalizar nuestras comidas con el fin de no recuperar lo perdido.
- Fase 4: La última fase se centra en los hidratos de carbono. Se debe conseguir una ingesta ideal de éstos para que aporten la dosis de energía que el cuerpo necesita sin que engordemos. Cuando lo consigamos, habremos conseguido renovar los hábitos alimentarios hacia un camino mucho más saludable.
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Dieta blanda
Esta dieta está más encaminada a la protección de órganos intestinales que a la pérdida de peso. Consiste en ingerir alimentos light o bajos en grasas ya que al no ser pesados de digerir, facilitan el tránsito intestinal. Es una dieta apta tanto para adultos como para menores y están recomendadas por muchos médicos cuando se padecen patologías como gastritis o gastroenteritis agudas.
En este tipo de dieta, se pueden ingerir frutas y verduras, lácteos, pan y cereales, sopas, pescados blancos como merluza o lubina; y en el caso de las carnes deben ser blandas como pollo, conejo o pavo, aunque en este tipo de dieta, es mejor evitarla.
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Dieta disociada
Según este método, los alimentos están divididos en 5 grupos (hidratos de carbono, frutas, verduras, proteínas y grasas). El tipo de dieta disociada se basa en la prohibición de mezclar alimentos. En cada comida, debemos elegir un grupo de alimentos y comer sólo los que se incluyan en el grupo seleccionado. Como ejemplo: no se pueden mezclar proteínas con frutas o grasas con verduras. De este principio básico, existen otras pautas de este tipo de dieta:
- Comer sólo fruto en el desayuno y a mediodía
- Ingerir siempre las proteínas por la noche
- Tomar los carbohidratos en la comida o el almuerzo
- Sólo en ingerirán grasas durante la merienda o el almuerzo.
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Dieta Dukan
Este tipo de dieta la popularizó el Dr. Pierre Dukan y está dividida en cuatro fases en las que se combinan 100 alimentos, aconsejados por su creador por el bajo contenido en azúcares y grasas.
- Fase de ataque: está orientada a una pérdida rápida de peso. Dura una semana aproximadamente y sólo se puede comer proteínas de origen animal. A lo largo de una semana, nuestra alimentación se basará en carnes y pescados, sin restricción en cuanto a cantidad de alimento ingerido.
- Fase de crucero: en esta fase, no hay una pérdida tan drástica de peso, de hecho, se permite alternar proteínas animales con vegetales.
- Fase de consolidación: consiste en normalizar los hábitos alimentarios. Se incluyen ya casi todos los alimentos, pero un día a la semana se debe dedicar a la ingesta única y exclusiva de proteínas.
- Fase de estabilización: esta fase es de por vida según su creador. Se trata de empezar a comer normal pero respetando las pautas y los principios de las dietas (ejemplo: un día de toma proteica y ejercicio físico regular a diario).
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Dieta Mediterránea.
No se considera una dieta para perder peso en sí, sino más bien una forma saludable de alimentarnos. Se basa en la gastronomía del mediterráneo y se rige a través de la pirámide de alimentos de Maslow. Algunos principios básicos de este tipo de dieta son:
- Usar el aceite de oliva como elemento base a la hora de cocinar los alimentos.
- Comer diariamente cereales, pan y pasta
- Tomar semanalmente pescado, carnes blancas y huevos
- Sólo una vez al mes tomaremos carnes rojas y grasas
- Comeremos a diario queso y productos lácteos.
La dieta mediterránea se considera un tipo de dieta abierta en la que no existen pautas sobre cantidades o número de comidas diarias. En la dieta mediterránea también se recomienda la práctica de ejercicio físico diario y el cuidado corporal mediante diversas técnicas.
Lo más importante en elegir el tipo de dieta más adecuado, es tener claras las necesidades personales de cada paciente, tener en cuenta su gasto energético diario y su estado de salud general. Con todos estos planteamientos, se puede establecer la dieta más adecuada, individualizada y personalizada para cada persona, con el fin de que cumpla sus objetivos y pueda mejorar su estado y su aspecto, y lo que es más importante, que sea capaz de mantenerlo a lo largo del tiempo.