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Resuelve y previene los lóbulos rasgados

El deterioro de las orejas por el uso de pendientes se puede tratar médicamente

Hace más de seis mil años que las primeras dinastías de Egipto utilizaban pendientes como una forma de manifestación de su estatus social.

En aquel momento, los pendientes consistían en unos aros, generalmente de oro, que traspasaban las orejas. El pendiente, como objeto estético, siguió desarrollándose y cada vez adquirió más significados y connotaciones: eróticas, curativas, sentimentales, etc.

El proceso no se detuvo y ya en el siglo XX se convirtió en un protagonista indiscutible de la moda y la estética.

Sin embargo, el uso de los pendientes -el cual pocas personas se habrán planteado evitar- así como los pequeños tirones pueden, a la larga, provocar algunos problemas en nuestras orejas. Son la principal causa del alargamiento del orificio o del rasgado del lóbulo de la oreja, cuando este se estira hacia abajo y provoca un efecto inestético. Este problema, derivado principalmente del peso de los pendientes, sigue aumentando con el tiempo y puede llegar a producir la ruptura definitiva del lóbulo. Además, una vez ha comenzado, es imposible utlizar pendientes sin que se note ese “agujero”.

Por otra parte, con el paso de los años, el lóbulo de la oreja tiende a alargarse y descolgarse. De este modo, la piel pierde volumen y la parte inferior de las orejas queda más flácida y delgada; menos densas y turgentes. En términos médicos, el lóbulo pierde grasa, colágeno y eslatina y se torna más débil por lo que los pendientes quedan inclinados. Por todo ello, es necesario fortalecer esa área con un programa periódico de hidratación e inyecciones de ácido hialurónico. Pocas personas se preoupan del cuidado de las orejas y al final la edad nos delata.

No obstante, existen soluciones médicas a este problema. La primera opción es mediante un tratamiento quirúrgico. Se trata de una intervención sencilla. Tras aplicar anestesia local al paciente, se le reseca el borde exterior de la piel que recubre el desgarro, tanto la parte anterior como la posterior; una vez hecho se suturan los bordes. A los 8-15 días se retiran los puntos de sutura, aunque conviene indicar que no se podrá volver a utilizar inmediatamente pendientes. Será al cabo de unos días cuando se perfore de nuevo la oreja.

Otra posibilidad es someterse a un tratamiento médico-estético. Se trata de una técnica específica con ácido hialurónico o hidroxipatita cálcica,cuyos resultados también son excelentes. El ácido hialurónico o hidroxiapatita cálcica se infitra en los lóbulos de las orejas para engordarlos y que recuperen el volumen perdido. De este modo, el lóbulo se tersa, recupera su almohadillado y la forma original. Además fortalece el área para evitar futuros desgarros a la vez que rejuvence nuestra apariencia. Es un método rápido e indoloro que ofrece resultados naturales e inmediatos. Se precisan entre una y tres sesiones.

De todos modos, una de las mejores técnicas siempre ha sido y es la prevención. Por eso me gustaría terminar este artículo con una serie de consejos para cuidar nuestras orejas desde hoy mismo:

-Para dormir, mejor sin pendientes.
-A la hora de dormir es importante no arrugar o plegar el lóbulo de la oreja.
-Hay que evitar llevar pendientes excesivamente pesados.
-No tirar del pendiente de forma involuntaria o voluntaria.
-Hidratar la zona.
-Evitar tomar el sol en exceso.
-También se puede prevenir el rasgado mediante la inyección de un ácido hialurónico para que la zona quede más hidratada y más densa.

6 comentarios

    1. Buenos días, la primera información en la unidad de cirugía plástica es gratuita, lo mejor es que pida una cita y el médico encargado de la unidad resuelva todas sus dudas sin compromiso.

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