¿Qué es la urticaria?
La urticaria es una enfermedad que se caracteriza por la presencia de lesiones con aspecto de habones o ronchas, que recuerdan a las picaduras de mosquito, generalmente de aparición súbita, de tamaño variable y relativamente bien delimitadas, que pueden afectar a cualquier punto de la superficie del cuerpo. Los distintos focos pueden persistir desde algunos minutos, hasta 24 a 48 horas. Todo el cuadro suele acompañarse de picor intenso.
La palabra urticaria procede de urtica, ortiga, puesto que todo el proceso recuerda a las lesiones que provoca el contacto con esta planta.
¿Cómo se presenta la urticaria?
La urticaria puede presentarse como un brote autoliiado en el tiempo, de unos días de duración, urticaria aguda o adoptar un curso recurrente, urticaria crónica.
Cuando la inflamación que conlleva la urticaria afecta a las capas más profundas de la piel, aparecen lesiones de aspecto más blanquecino, hinchadas y menos delimitadas. A estas lesiones que suelen acompañar o alternarse con la urticaria se las denomina angioedema o edema angioneurótico. El angioedema requiere un tratamiento urgente cuando afecta a tejidos de la glotis (garganta) porque puede provocar una asfixia en el paciente.
¿Qué prevalencia de aparición tiene la urticaria?
La urticaria es una enfermedad muy común; se estima que una de cada cinco personas sufre a lo largo de su vida, algún brote de urticaria. A pesar de ser un trastorno benigno, suele provocar gran desazón a quien la padece, especialmente cuando se presenta de forma recurrente o crónica.
¿Qué causas desencadenan la urticaria?
Las causas de la urticaria suelen ser muy variadas. Suelen verse implicados factores infecciosos, medicamentosos, inmunológicos o alimentarios. Aunque tiene muchos desencadenantes, hasta en el 50% de los casos no se encuentra una causa objetiva. En la población infantil, la urticaria se asocia más frecuentemente a infecciones respiratorias o a reacciones alimentarias. Adjuntamos una relación de causas que pueden producir urticaria:
- Caspa de animales (en especial de los gatos).
- Picaduras de insectos.
- Mariscos, pescado, nueces, huevos, leche y otros alimentos.
También se puede desarrollar como resultado de estrés, exposición extrema al frío o al sol, transpiración excesiva, enfermedad (lupus, leucemia y otros trastornos autoinmunes), infecciones, ejercicio, exposición al agua.
A menudo, la causa de la urticaria es desconocida.
¿Cuáles son los tipos más frecuentes?
Se dividen en cuatro grupos fundamentalmente: agudas y crónicas, por un lado y por causas físicas y vasculitis.
Las urticarias físicas, son aquellas que se producen en la zona de contacto de la piel con algún estímulo externo y son:
- Urticaria con dermografismo: consiste en la tendencia exagerada a producir habones cuando la piel se rasca o incluso se roza. Dermografismo, significa escribir sobre la piel incluso simplemente pasando un dedo. No suele durar más de 30 minutos, lo que también la diferencia de la urticaria retardada por presión. La padecen entre un 1 y un 4% de la población, sobre todo en jóvenes entre 20 a 30 años y no suele durar más de cinco años. Para tratarla, deben evitarse ropas ajustadas en contacto directo con la piel. Los antihistamínicos pueden resultar beneficiosos para evitar el picor.
- Urticaria por presión: similar al dermografismo, pero la roncha es más sostenida en el tiempo. Suele aparecer en zonas de presión más continua como donde apoyan las correas de los bolsos en el hombro, en los pies o en manos en trabajos manuales. Se suele presentar en personas que también padecen dermografismo. Los síntomas aparecen unas dos horas después de haber aplicado la presión por lo que por lo general no se asocia el síntoma con la causa que lo produce. Las lesiones son persistente, durando entre 24 y 48 horas o incluso más, en ocasiones dolorosas, Puede persistir durante varios años.
- Urticaria colinérgica: consiste en la aparición de pequeños habones de 1 a 2 mm rodeados por una zona más amplia y enrojecida que son desencadenados por fiebre, agua caliente o ejercicio. Puede que tengan relación con una subida de la temperatura central del cuerpo. Aparece en zonas de flexión de codos, rodillas, muñecas y en alguna ocasión de forma generalizada. El tratamiento consiste en evitar las causas que lo desencadenan y pueden utilizarse antihistamínicos para eliminar los síntomas una vez que ya han aparecido.
- Urticaria por frío: se produce por exposición de una zona del cuerpo al frío (hielo o aire y agua a bajas temperaturas). Los habones aparecen donde se aplica el frío y si la zona es muy extensa pueden dar lugar a angioedema y colapso posterior. Hay que evitar el contacto con el frío (evitar baños de agua fría, abrigar zonas expuestas…). Se pueden emplear antihistamínicos.
- Urticaria solar: se caracteriza por la aparición de habones a los primeros minutos de exposición solar y desaparecen en 30-60 minutos si se evita la exposición. Raramente aparecen síntomas generales y puede perdurar durante años. Se debe evitar la exposición al sol con un filtro solar adecuado y son de gran ayuda, los antihistamínicos.
- Urticaria acuagénica: forma infrecuente caracterizada por la aparición de habones a los minutos de exponerse al agua, sobre todo si ésta es prolongada. Es más frecuente el picor o prurito acuagénico, proceso de origen desconocido que afecta especialmente a las extremidades inferiores cuando se está perdiendo el moreno del verano.
- Urticaria de contacto: en este caso, los habones surgen por el contacto de alguna sustancia sobre la piel, bien por acción irritante o por mecanismo alérgico (por ejemplo en pacientes con alergia al látex cuando se ponen unos guantes de esta sustancia).
- Urticaria papulosa: se le llama también Prúrigo estrófulo. Es la forma más frecuente de aparición de urticaria en niños. Se produce como una reacción frente a picaduras de insectos. Normalmente afecta a las extremidades inferiores, cuando los niños juegan en primavera o verano en parques o en el campo. Su frecuencia es máxima antes de la pubertad y prácticamente inapreciable en niños muy pequeños y recién nacidos. Es raro que aparezcan síntomas generales y frecuentemente las lesiones se infectan por rascado. Se suelen tratar con antihistamínicos y corticoesteroides tópicos sobre las lesiones.
Las urticarias vasculitis son aquellas que producen más dolor que picor y que no mejoran con antihistamínicos. Suelen precisar biopsia para su diagnóstico.
- Urticaria-Vasculitis: las lesiones en este caso suelen durar más de 24 horas y dejan residualmente en la piel una hiperpigmentación característica. Puede ir acompañada de otras enfermedades 8artritis, lupus…) por lo que hay que tener en cuenta la posible aparición de otros síntomas. En general, responde mal a los antihistamínicos, siendo en ocasiones preciso administrar corticoesteroides por vía oral. Produce más dolor que picor.
- Angioedemaa heredofamiliar: es una enfermedad rara caracterizada por episodios recidivantes de edema cutáneo indoloro que no pica y que puede persistir varios días. Afecta a mucosas como el tracto intestinal, originando episodios agudos de dolor abdominal muy intensos que se confunden con causas de abdomen agudo (apendicitis, por ejemplo). Más grave es la afectación de garganta, que puede ser causa de dificultad respiratoria y muerte. En estos casos el angioedema no está mediado por histamina y no se asocia a urticaria. En este proceso antihistamínicos, corticoesteroides y adrenalina son ineficaces. Es esencial su diagnóstico por este motivo, ya que se debe emplear el tratamiento preventivo adecuado y el curativo en caso de que ya se haya instaurado el angioedema.
¿Cuál es el tratamiento general de la urticaria?
Los pacientes deben recibir además de un tratamiento sintomático (fármacos), un tratamiento de las causas siempre que ello sea posible.
El tratamiento sintomático tiene el objetivo de controlar los síntomas de la urticaria mediante los medicamentos adecuados. Los más utilizados son los antihistamínicos como tratamiento de base y los corticoides en comprimidos cuando se dan brotes agudos. Cuando la urticaria es resistente a los medicamntos, de forma que se precisen con mucha frecuencia corticoides orales, se debe recurrir a otros tratamientos farmacológicos alternativos.
El tratamiento causal engloba medidas encaminadas a combatir la causa subyacente de la urticaria. Con el fin de conseguir la curación definitiva del proceso.
Cada tipo de urticaria requiere la aplicación de medidas específicas. El tratamiento causal, será un antibiótico adecuado cuando la causa de la urticaria sea una infección; la eliminación de un alimento o de un medicamento cuando éstos sean los responsables; la evitación de agentes como el frío o la exposición al sol, etc.