¿QUÉ ES LA DERMATITIS ATÓPICA?
La dermatitis atópica, es una alteración o condición de la piel que aparece normalmente en niños pequeños y bebés y que además suele prolongarse hasta la adolescencia o incluso hasta la edad adulta. Es una condición crónica y hereditaria, y existe más predisposición a padecerla si algún progenitor tiene enfermedades de tipo alérgico como el asma, la conjuntivitis o rinitis alérgica. Existen muchas sustancias y condiciones que pueden ser desencadenantes de un primer brote y que también influyen como agravantes. Algunos de estos factores son otras alergias, el estrés, cambios bruscos de temperatura y algunas bacterias que pueden ser causantes de infecciones secundarias en las lesiones.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA DERMATITIS ATÓPICA?
Los síntomas más habituales de la dermatitis atópica son:
- Piel seca (xerosis) acompañada de un intenso picor (prurito)
- Piel inflamada y enrojecida
- Erosiones por rascado que liberan líquido (exudan) con el rascado
- Piel engrosada en caso de eccema crónico.
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA LA DERMATITIS ATÓPICA?
No siempre es sencillo diagnosticar una dermatitis atópica. Generalmente, el diagnóstico de la dermatitis atópica supone que un paciente debe presentar los síntomas descritos y además las implicaciones familiares expuestas. Es también imprescindible, que el dermatólogo descarte otras posibles patologías.
Para realizar un correcto diagnóstico de dermatitis atópica en bebés y niños, el paciente debe presentar, al menos, tres o más de las siguientes características:
El primer episodio suele aparecer antes de los dos años de edad.
Los padres, suelen tener un historial de eccemas recurrentes o piel seca, incluso otras afecciones alérgicas.
El bebé, tiene un historial de piel seca, factor que lo hará más propenso a que desarrolle algún tipo de afección atópica.
En niños pequeños, la aparición de lesiones en pliegues cutáneos es frecuente. En bebés es más frecuente en cara, tronco y extremidades.
¿EXISTEN COMPLICACIONES DE LA DERMATITIS ATÓPICA EN INVIERNO?
Durante el invierno, suele observarse un empeoramiento de los síntomas de la dermatitis atópica por varios motivos. En verano, la mayor exposición social tiene efecto antiinflamatorio sobre la piel. En invierno, este efecto beneficioso disminuye y además, el frío y la sequedad ambiental agravan el problema. También influyen otros factores como el contacto con tejidos como la lana, son perjudiciales para la piel atópica.
¿QUÉ CUIDADOS DEBEN LLEVARSE A CABO EN LA PIEL ATÓPICA DURANTE EL INVIERNO?
Es importantísima la prevención, así se evitarán brotes y se llevará un control de cuándo y donde aparecen para identificar posibles factores desencadenantes.
Se debe tratar y limpiar la piel diariamente. Se deben emplear porductos adecuados que ayuden a nutrir y proteger la barrera cutánea de la piel, así como evitar agua muy caliente que puede agravar la inflamación. Emplear geles especiales para el baño. Cualquier producto utilizado debe ser hipoalergénico y sin perfumes.
- Hay que secar con cuidado la piel, empleando toallas de algodón y evitando frotar para no dañar e irritar las zonas afectadas.
- Aplicar la hidratación adecuada, empleando cremas emolientes que aportan la cantidad de nutrientes necesarios para ese tipo de piel.
- Emplear protección solar indicada para pieles sensibles.
- NO abrigar en exceso, en muchas ocasiones, la sudoración excesiva empeora los síntomas de la dermatitis atópica.
- Evitar el roce de las prendas sintéticas. Elegir preferiblemente prendas de algodón y evitar sintéticos y lanas, que suelen provocar reacciones alérgicas en la piel.
- Mantener un ambiente húmedo en las habitaciones. Para evitar la sequedad de la piel, se aconseja mantener los interiores húmedos, especialmente durante el invierno con el uso de las calefacciones.
- No abusar de ciertos alimentos en la dieta. Normalmente, no se prohíbe ningún alimento, pero algunos de ellos conllevan más riesgos que otros.
El problema de la dermatitis atópica, es que se alternan etapas de mejora con otras en las que los brotes son frecuentes. Se debe intentar seguir estos consejos y en caso de duda, no debe dudar consultar con su dermatólogo.